Aquellas que logran superar los retos de las primeras etapas alcanzan un promedio de vida de 25 años; 40% pasa a la segunda generación y sólo el 15% a la tercera.
La empresa familiar tiene un peso muy importante en la economía de nuestro país desde la perspectiva del empleo, el valor de lo producido y la formación de la riqueza como base del crecimiento económico sostenido. Sin embargo, su mayor contribución se da cuando desde este tipo de negocios se fomenta el emprendedurismo, los valores éticos y la formación de una sociedad responsable en cuanto a darse y dar empleo.
Partamos de una definición de empresa familiar que nos resulte útil para identificar sus principales características y contribuciones: una empresa se considera familiar cuando gran parte de la propiedad pertenece a un apellido o cuando sus miembros intervienen de forma decisiva en la administración y dirección del negocio. Es una forma de organización y gestión con objetivos económicos, en la que al menos dos integrantes de un grupo de personas con parentesco familiar tienen intereses en la propiedad y están comprometidos con el mantenimiento de la misma.
El concepto no debe asociarse con una firma poco profesional, como se hace comúnmente, dado que existen numerosas evidencias de que las organizaciones familiares en ocasiones logran ser más rentables y longevas que las no familiares gracias a su carácter. Su unidad, compromiso y visión a largo plazo, cuando los tienen, les permiten generar valor para la sociedad en su conjunto y no exclusivamente para sus miembros.
En números
Las empresas familiares, como estructura de negocios, son la figura dominante en el mundo; dan empleo a millones de personas y generan una considerable cantidad de riqueza. Las cifras indican que cerca del 80% de las organizaciones en el mundo funcionan bajo este esquema y que generan más del 70% del Producto Interno Bruto a nivel mundial.
* Fuente: Inegi, Family Firm Institute (FFI) y European Family Business (EFB)
La base de la economía en México es la empresa familiar, sin embargo, también existe un porcentaje dominante de iniciativas personales y familiares en el sector de la economía informal. Por otro lado, la mayoría, si no es que la totalidad, de los pequeños negocios es operada por miembros de una familia. Muchas de éstas, después de alcanzar el éxito, se incorporan a la economía formal y logran impactar positivamente en la economía del país por un importante tiempo.
Del sector de pequeñas empresas, el 65% desaparece antes del segundo año, mientras que el 80% fracasa antes de los cinco años y el 90% no llega siquiera a los 10 años. Las firmas que logran superar los retos de las primeras etapas alcanzan un promedio de vida de 25 años, y de éstas, el 40% pasa a la segunda generación y el 15% a la tercera. La desaparición de estos negocios puede estar asociada a diferentes causas: falta de competitividad, escasez de recursos, conflictos de interés y/o problemas familiares, pero la más común es simple, poca planeación en los procesos de cambio generacional, situación que deriva de una falta de institucionalización en la empresa. Esta situación tiene un gran impacto económico, al destruir parte de la base de la riqueza sobre la que puede crecer un país, además de los patrimonios de los fundadores o emprendedores. El cierre de empresas provoca pérdida de empleos y capital, así como una disminución en inversión y pago de impuestos.
Su dimensión relevante
Las empresas familiares que consiguen permanecer han sabido conjuntar competencia y valores de la confiabilidad. Cuando estos dos factores se combinan se produce el ambiente propicio para el compromiso, característico de las empresas familiares perdurables.
Las organizaciones empresariales son siempre reflejo de quienes las dirigen o integran, así como de los valores sobre los que se formaron. Además de los valores típicamente empresariales, aparecen otros que definen una manera peculiar de ser y operar: laboriosidad, generosidad, servicio personal, sencillez, orgullo de pertenencia, honestidad, fortaleza frente a la adversidad y otros más que sin duda alguna sellan su manera de gestionar.
Factores diferenciadores
Las que perduran y sobresalen, pero sobre todo las que eligen trascender, se distinguen por lo siguiente:
Generosidad. Compromiso con la sociedad y la comunidad que les ha permitido desarrollarse y crecer.
Sencillez. Tienen conciencia de su posición en la realidad, lo cual forma parte de su ventaja competitiva.
Servicio personal. La empresa está al servicio de los demás, y este enfoque es apreciado por los clientes.
Orgullo de pertenencia. Valores que van más allá de la economía y privilegian el sentido de pertenencia a lo que les dio origen.
Laboriosidad. Como expresión de los valores familiares en el trabajo y la responsabilidad con los demás. Vivir estos valores representa un compromiso valioso pues puede llegar a potenciar la motivación dentro de la empresa e impulsar los efectos de sistemas de remuneración, formación y desarrollo profesional.
Emprendedurismo y generación de riqueza
En cuanto al emprendedurismo en el país, muy ligado a la empresa familiar, el Global Entrepreneurship Index 2015 ubica a México en el número 75 de los 130 países que considera. Para ello toma en cuenta factores como aceptación del riesgo, crecimiento, oportunidades, innovación de producto y procesos, percepción de oportunidades, etcétera. Emprender en un negocio de estas características es más que la mera creación del negocio.
El hecho de buscar oportunidades, tomar riesgos y gozar de la tenacidad para empujar una idea y convertirla en realidad combina una serie de capacidades y habilidades, propias de un emprendedor.
Acciones de fomento
Promover una cultura empresarial que contemple tanto al emprendedor como al empresario y revalorar el papel de la empresa familiar en la sociedad.
Recuperar la confianza en la empresa como generadora de empleo y riqueza. Las organizaciones son las personas que las construyen, y se reconocen en función del respeto que ellas mismas les dan.
Formar con carácter recio al interior de las familias, asegurar una educación más exigente y cambiar el paradigma funcional de la empresa por el del emprendimiento.
Es bueno saber...
Empresa Familiar no necesariamente es sinónimo de negocio pequeño. Muchas de las firmas más grandes y de las que cotizan en la bolsa tienen a la familia en el consejo y en altos puestos directivos.
En México, aproximadamente el 90% de las empresas que están en la BMV es de carácter familiar, ya sea por capital o por control.
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