Las empresas familiares como cualquier empresa suelen tener retos de crecimiento y sustentabilidad, operación y eficiencia, organización y personal, financieros y de rentabilidad, comerciales y de mercado.
Sin embargo en la empresa familiar existen retos propios de su cultura, y en algunos casos sus agendas se ven complementadas por problemáticas y expectativas derivadas de su situación patrimonial, la estructura y la dinámica familiar.
La dirección incorpora por consecuencia, perspectivas de gestión más complejas que otras empresas. Al momento de atender asuntos de negocio y profesionales, se tienen que atender temas que involucran un contenido emocional distinto, a los ya de por sí difíciles retos derivados de la gestión del factor humano.
En la empresa familiar se manejan simultáneamente las agendas propias del negocio, la familia y los asuntos de carácter patrimonial. Esta situación demanda unas capacidades de análisis que favorezcan la objetividad y el establecimiento de relaciones causa efecto, así como la habilidad para separar los asuntos de negocio de los asuntos estrictamente familiares.
Retos
Los principales retos de continuidad en la empresa familiar están en consolidar su modelo de negocio, construir una organización formal y estructurada y desarrollar competencias para el cambio.
Sin embargo, se podría decir que el principal reto de la Empresa Familiar es la de asegurar su desarrollo y permanencia.
El empresario familiar exitoso con frecuencia desea que su empresa, sus valores y su proyecto trasciendan y para eso necesita institucionalizarse.
Dicho lo anterior, algunas empresas familiares acuden a algún tipo de orientación o apoyo que les ayude a superar estos retos de manera más estructurada.
En estas empresas, los conflictos familiares más frecuentes los podríamos ordenar de la siguiente manera:
Generacionales por las diferencias de edad, el control padres-hijos y la sucesión.
Materiales por distintos intereses económicos o el uso y la distribución de recursos.
Comunicación por las formas de relacionarse o la falta de comunicación.
Liderazgo por discrepar de quien lo ejerce.
Prestigio por la lucha de poder y jerarquía.
Estructura por la forma de organizarse, integrar personal o la falta de reglas.
Enfoque por las prioridades o actividades que se realizan.
Visión por las expectativas personales y el futuro.
Negocio por el modelo y la estrategia que se sigue.
Capacidades por las capacidades profesionales o las capacidades de la empresa.
Atender y gestionar este tipo de retos va a requerir de unas capacidades de diagnóstico y de solución diferentes a las tradicionales de la consultoría o asesoría funcional en materia empresarial.
Por su parte, las empresas familiares pero todas en general, pueden llegar a requerir apoyo en áreas más funcionales en donde las capacidades y los perfiles de quienes pudieran apoyarlas suelen ser más fáciles de conseguir.
Entre ellas las siguientes:
Gobierno y dirección empresarial
Planeación y control
Sistemas de gestión e información directiva
Diseño y ejecución estratégica
Evaluación y compensación de ejecutivos
Diseño y formalización organizacional
Gestión del capital humano y desarrollo del liderazgo
Producción y cadena de valor
Ventas y marketing
TI y nuevas tecnologías
Estrategia financiera y gestión de la liquidez
Portafolio de negocios (M&A…)
Gestión de riesgos empresariales, legal y corporativo
Auditoría y compliance
Proceso de Consultoría
Antes de solicitar apoyo u orientación, es importante analizar como este proceso podría beneficiar a la empresa y definir puntualmente que es lo que esperamos del consultor, así como definir cual es el problema que se identificó, y si este realmente existe, ya que muchas veces al estar involucrado en la situación, no siempre el problema identificado es real.
Una vez definido el problema o la situación por la cual se quiere buscar soporte de un consultor, es importante para el éxito del proceso que la familia y la empresa acepte lo definido y tenga conciencia sobre el compromiso que se requiere.
El consultor de empresas familiares construye sobre la confianza; y la confianza se apalanca en el profesionalismo, la integridad y la capacidad.
Por lo anterior, el proceso para solicitar y recibir apoyo en los asuntos propios de la familia empresaria debería contemplar los siguientes pasos:
Análisis y diagnóstico de situación; tener claras las relaciones causa efecto, un análisis objetivo y factual de la problemática y su clara definición.
Generación y evaluación de alternativas; las problemáticas identificadas en este campo suelen tener diferentes alternativas tanto de solución como en procesos, por lo que es fundamental la evaluación de los pros-cons desde la perspectiva de las intervenciones, los participantes y el cambio esperado.
Decisión y compromiso para la acción; la decisión ha de ser consciente, poderada y aceptada, de otro modo el fracaso tiene una mayor probabilidad.
Planeación e implementación; un plan de actividades, su secuencia, la metodología, los involucrados y los resultados esperados es fundamental para implementar sin riesgos.
Seguimiento y consolidación; en este tipo de empresas es clave dar seguimiento durante un tiempo al resultado, los actores y la implantación; pues un cambio en la cultura no es inmediato y requiere de aprendizaje consciente y siempre un ajuste posterior que lo consolide.
Selección de Consultores
Existen diferentes tipos de consultores, y seleccionarlos dependerá del asunto del cual se trate. Ya identificado el tipo de problema o servicio que se requiere es muy importante tener en consideración ciertos atributos para escoger al consultor más adecuado para su empresa:
Competencias y Habilidades, no sólo saber cuales tiene, sino analizar si estas son las necesarias para tu situación
Desempeño con otras empresas y referencias
Conocimientos de la industria y de la materia
Valores, asegurarnos de que el consultor entienda nuestros valores y tradiciones como empresa familiar y sea compatible con ellos
Posibles conflictos de interés, analizar la posible imparcialidad de cada uno.
Honorarios
¿Cómo detectar al consultor apropiado para mi empresa?
Goza de credibilidad en su entorno, por ser una persona competente y confiable
Cuando lo conociste, sentiste empatía con él, parece que te entiende y te sientes cómodo hablando con él
Tiene un enfoque multidisciplinario
Posee habilidades interpersonales, sobretodo de escucha
Actualiza sus conocimientos técnicos
Se comunica efectivamente, usando un lenguaje claro
Sabe tomar la iniciativa a favor de los clientes, descubrir oportunidades, compartir información y lograr contactos
Plantea preguntas respecto del futuro
Una vez seleccionado el consultor o al equipo de consultores, es importante establecer una relación formal basada en la confianza y el respeto, definiendo el alcance del proyecto, dejando claro los detalles como responsabilidades, entregables, honorarios, dedicación y plan de acción. Así mismo un acuerdo de confidencialidad podría resultar útil para proteger la información delicada y privada de la empresa familiar.
Es primordial no generar una expectativa de los consultores como “solucionadores mágicos”; entrar en un proceso de consultoría representa trabajo tanto para el consultor como para los miembros de la empresa, y el éxito del proceso depende en gran medida del involucramiento de todos en el proyecto.
Un consultor de empresa familiar es aquel que no sólo es especialista en su campo, sino que conoce bien la empresa y la familia. Se esfuerza en apoyar a las familias a adaptarse a los cambios en su negocio y debe ser un consejero de confianza y con experiencia.
Características de un Consultor confiable:
Empático y consistente
Integridad, Honradez y Confianza
Analiza distintas perspectivas y dispone de un método
No se involucra emocionalmente en los problemas
Nos lleva por un camino de reflexión, para que cada cliente llegue a sus propias conclusiones
Considera y recuerda todos los detalles
Ayuda a poner los problemas en contexto
Inteligente, competente y confiable
Emite juicios informados
Favorece la colaboración entre otros consultores
Aconseja objetivamente sin conflicto de interés
En las empresas familiares y con más frecuencia desde la perspectiva de las familias empresarias, las agendas de desarrollo son multifactoriales, por lo que un enfoque sistémico y de intervención es mucho más efectivo que la consultoría funcional.
Tener habilidades para acompañar al desarrollo de las empresas familiares y de las familias requiere conocimientos y técnica pero sobretodo habilidades políticas y liderazgo para impulsar el que se haga, se haga bien y para hacer el bien a las personas, las familias, las empresas y la sociedad.
Las empresas familiares son una institución inmemorable, se atienden con sabiduría y prudencia, y no pueden ser acompañadas desde la improvisación o como consecuencia de la moda del compliance.
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